Ella se llama klaidy, no se si se llamaba asi.

No recuerdo bien, quién era, cómo era, ni tan siquiera recuerdo cómo se escribía su nombre.
 Nombre algo extraño.Lo único que puedo recordar de ese tiempo es, 
que, fue hace mucho tiempo en  San Miguel,
 mi edad un poco precoz para andar en estas historias.pero estoy seguro que desde ahí inició la manía de querer conocer cada detalle del amor
 que me llevó a meterme en muchos problemas
 como me sucedió con ella, en mi primer encuentro de carácter amoroso aunque no lo fue tanto, solo una ilusión que me distrajo de mi labores estudiantiles, se convirtió en un estado de ánimo  altivo.
 Ya que en el primer instante de su aparición fue ella la que juro que no, no volvería a vivir si no era de mi lado. De esa manera me enredó en el juego de ella más grande y yo menor. El amor pronto floreció en mi y la fortuna no me ayudo 
por que ella amaba a alguien aparte de mi. Creo saber que solo fui un pobre conejo que corría libre por la sabana pasando al frente del león que no encontró otra presa más fácil, más sensible, tan vulnerable y me atrapo. A partir de esta tan soñada vivencia, ahora tan indeseable, sé que mi carácter se moldeó desde ese momento. Recuerdo que le exigí, le mentí, la convencí y hasta dije cosas que nunca viví como lo hago ahora. Para mi esa ocasión sirvió para iniciar en el mundo del sexo exigiendo lo que quiero, ya que recuerdo que en ese primer encuentro con mi devorador, dije; se mucho pero no recuerdo, no es mi primera vez, pero lo será contigo porque te amo, no se de donde afloraron esas mentiras que hicieron que el león se entregará a mi nobleza.
 Te ves muy bien, eres perfecta, a mi me encantas, eres lo mejor que he tenido (era lo único)
 otra vez me sorprendí de esa manía que tenía por decir que para mi era perfecta solo para conseguir mirar su par de pechos (un par que nunca hube observado en la vida). 
Todo salio de mi cabeza para conseguirlo. 
No se si es instinto de hombre o descubrí lo que soy con ella.
 Hoy me pasa lo mismo con cada una de ellas que llega.
 La diferencia es que ya no soy "la presa"
Y el león esa ves no me comio 
yo la mordí con toda la intensión. 

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